A medida que el calendario agota sus últimas hojas, suelo sentir una mezcla de nostalgia, urgencia y esperanza. Sin embargo, he comprendido que el paso del tiempo por sí solo no garantiza nuestra evolución; el verdadero cierre no ocurre en el reloj, sino en la conciencia. A veces cometemos el error de creer que finalizar un año es cuestión de hacer «borrón y cuenta nueva», una evasión que nos impide integrar las lecciones aprendidas. Como bien lo explico en este espacio, cerrar un ciclo no es olvidar, sino trabajar internamente con lo que he vivido para transformar cada experiencia en sabiduría.
La Memoria como Herramienta de Sanación.
He aprendido que, paradójicamente, para soltar primero necesito recordar. La recapitulación consciente me permite observar el camino que recorrí con lucidez, identificando aquello que deseo preservar y aquello que ya es momento de dejar ir. Este proceso de introspección no busca que yo reviva el dolor, sino que logre dotarlo de significado para decidir qué lugar ocupará en mi historia personal de ahora en adelante.
El Perdón y Renuncia al Control.
Uno de los pilares más complejos que he transitado es el perdón, empezando por el mío propio. Reconocerme en mi vulnerabilidad y humanidad ha sido el antídoto contra mi propio autocastigo. Del mismo modo, entiendo que perdonar a otros no es un acto de condescendencia ni una forma de justificar lo que pasó, sino un acto de soberanía personal: es mi decisión de retirar el poder que otros tienen sobre mis emociones para enfocarme en mi propia reconstrucción.
Finalmente, la armonía llega cuando abrazo la aceptación profunda. Aceptar que no puedo controlarlo todo —ni a todos— me ha liberado de una carga invisible y de la autoagresión emocional. Al ceder el control y anclarme en la gratitud, incluso por aquello que «murió» o no llegó a ser, logro transformar la melancolía del fin de año en un terreno fértil para la propia sanación.
Un Encuentro con mi Pasado, Presente y Futuro.
Cerrar el año con armonía requiere un equilibrio entre saber de dónde vengo y hacia dónde quiero dirigir mi energía. Los invito a profundizar en estos conceptos y a realizar conmigo los ejercicios prácticos de visualización y perdón que exploro a detalle en el video que comparto a continuación. Es momento de que hagamos espacio para la luz, la creatividad y un nuevo comienzo libre de cargas innecesarias.
Blog:
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- Diciembre: cuidados emocionales en tiempos donde la alegría se exige.
- Ternura y rebeldía para otros mundos posibles
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